
Alimentación Emocional y Tipos de Hambre
¿Qué es la Alimentación Emocional?
La alimentación emocional se define como el acto de comer mediante conductas alimentarias influenciadas por las emociones y estados de ánimo (ansiedad, tristeza…) sin que se tenga hambre física. El hambre emocional está vinculada a una sensación de vacío urgente y muy incómodo que debe llenarse con comida para sanarse.
Esta relación entre la comida y las emociones es bidireccional. Estoy triste o agobiado y como x alimento dulce por ejemplo, me siento relajado por comerlo. El alimento que ingiero genera una emoción, por ejemplo, como chocolate y me genera alegría. Es un círculo vicioso Esta alimentación emocional comienza en la infancia desde que se da el pecho al bebé.

El concepto no es bueno o malo, nos ocurre a todos por ejemplo para celebrar algo con la familia o amigos. En el momento que se genera un patrón, ya lo consideramos como algo negativo. Se reconoce cuando ocurre alguno de estos 3 factores:
- Consumo de alimentos pocos saludables y sentirse culpable por ello.
- Me impide o influye sobre mi vida social. Dejo de salir por no poder seleccionar alimentos que ingiero, lugar o cantidad.
- Descontrol. No controlo el tipo y cantidad de alimento que ingiero. Dejo de ser consciente de ello.
Cuando lo usamos como única estrategia o recurso es la comida, aquí se ve la señal de alarma de que hay un problema. La mayor parte suele ser con comida poco saludable: rico en azúcares, sal, grasas, etc. Pero lo puede haber con comida saludable. El alimento no es lo importante, sino el motivo de elección y el por qué lo elijo.
Tipos de Hambre
No estamos acostumbrados a escuchar a nuestro cuerpo ni a identificar las señales que nos transmite, como es el caso de las sensaciones de hambre y saciedad. Saber identificarlas permite regular de forma mucho más específica y concreta las cantidades que se ingieren, así como aprender a comer cuando se necesita y a parar cuando se está saciado. Hay que saber diferenciar el hambre real o fisiológica y el hambre emocional o psicológica.

- El hambre fisiológica (real) es la sensación de hambre que se produce por la escasez de energía y por la necesidad de nutrientes. ¿Me comería un plato de lentejas, manzana o judías? Si es sí, es hambre real.
- El hambre hedónica (emocional) es la sensación de hambre que se produce por el simple placer de comer.
La sensación de hambre está mediada principalmente por la grelina e inhibida por la leptina. En el hambre hedónica no se da esto, entra el sistema de recompensa.
El sistema de recompensa del cerebro es el encargado de mediar la sensación de placer en el organismo. Este sistema se activa frente a estímulos o acciones que generan placer en el individuo.
Desde USTA trabajamos cómo identificar ese hambre emocional, las consecuencias que conlleva esto así como facilitar herramientas para gestionarla de forma adecuada. Es importante señalar este tipo de hambre emocional no ocurre sólo en personas con sobrepeso u obesidad como muchos piensan, las personas con normopeso también les ocurren igual que las de bajo peso o con un TCA. Recordar que la comida sirve para nutrirnos no como moneda de cambio para manejar emociones.
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